Nunca me han gustado las películas de época. Aquí he hecho una excepción porque era del mismo director que Expiación y quería echarle un ojo antes de ver ésta. Pues nada nuevo bajo el sol, a pesar de que aquí se intenta que los planos sean muy largos y los movimientos de cámara por los bailes y los salones sean epatantes es un poco más de lo mismo. Personajes super-avanzados-a-su-tiempo que chirrían con personajes anclados-en-la-tradición-más-absoluta. El personaje de Donald Sutherland en ese sentido es incomprensible.
La relación te amo locamente (pero locamente, locamente) pero hago como que te desprecio absolutamente (pero absolutamente, absolutamente) lle ga un momento que pone de los nervios.
Añadimos que la Keira Knightley se pasa toda la película poniendo morritos y gustándose a sí misma y el cóctel es completo
Puntuación:3
En una frase: Floja.
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